En este artículo propongo una teoría de la clase política
española para argumentar la necesidad imperiosa y urgente de cambiar nuestro
sistema electoral para adoptar un sistema mayoritario. La teoría se refiere al
comportamiento de un colectivo y, por tanto, no admite interpretaciones en
términos de comportamientos individuales. ¿Por qué una teoría? Por dos razones.
En primer lugar porque una teoría, si es buena, permite conectar sucesos
aparentemente inconexos y explicar sucesos aparentemente inexplicables. Es
decir, dar sentido a cosas que antes no lo tenían. Y, en segundo lugar, porque
de una buena teoría pueden extraerse predicciones útiles sobre lo que ocurrirá
en el futuro. Empezando por lo primero, una buena teoría de la clase política
española debería explicar, por lo menos, los siguientes puntos:
1. ¿Cómo es posible que, tras cinco años de iniciada la
crisis, ningún partido político tenga un diagnóstico coherente de lo que le
está pasando a España?
2. ¿Cómo es posible que ningún partido político tenga una
estrategia o un plan a largo plazo creíble para sacar a España de la crisis?
¿Cómo es posible que la clase política española parezca genéticamente incapaz
de planificar?
3. ¿Cómo es posible que la clase política española sea
incapaz de ser ejemplar? ¿Cómo es posible que nadie-salvo el Rey y por motivos
propios- haya pedido disculpas?
4. ¿Cómo es posible que la estrategia de futuro más obvia
para España -la mejora de la educación, el fomento de la innovación, el
desarrollo y el emprendimiento y el apoyo a la investigación- sea no ya
ignorada, sino masacrada con recortes por los partidos políticos mayoritarios?
En lo que sigue, argumento que la clase política española ha
desarrollado en las últimas décadas un interés particular, sostenido por un
sistema de captura de rentas, que se sitúa por encima del interés general de la
nación. En este sentido forma una élite extractiva, según la terminología
popularizada por Acemoglu y Robinson. Los políticos españoles son los
principales responsables de la burbuja inmobiliaria, del colapso de las cajas
de ahorro, de la burbuja de las energías renovables y de la burbuja de las
infraestructuras innecesarias. Estos procesos han llevado a España a los
rescates europeos, resistidos de forma numantina por nuestra clase política
porque obligan a hacer reformas que erosionan su interés particular. Una
reforma legal que implantase un sistema electoral mayoritario provocaría que
los cargos electos fuesen responsables ante sus votantes en vez de serlo ante
la cúpula de su partido, daría un vuelco muy positivo a la democracia española
y facilitaría el proceso de reforma estructural. Empezaré haciendo una breve
historia de nuestra clase política. A continuación la caracterizaré como una
generadora compulsiva de burbujas. En tercer lugar explicitaré una teoría de la
clase política española. En cuarto lugar usaré esta teoría para predecir que
nuestros políticos pueden preferir salir del euro antes que hacer las reformas
necesarias para permanecer en él. Por último propondré cambiar nuestro sistema
electoral proporcional por uno mayoritario, del tipo first-past-the-post, como
medio de cambiar nuestra clase política.
Lee el artículo completo en este enlace de EL PAÍS.
César Molinas, publicará en 2013 un libro titulado ¿Qué hacer
con España? Este artículo es un extracto de uno de sus capítulos.
FUENTE: EL PAÍS 9 SEPTIEMBRE 2012