En España no existe ninguna guía para identificar una
universidad de calidad. Cuando un estudiante quiere escoger un centro para
matricularse, tiene que conformarse con el asesoramiento de algún conocido, con
el prestigio que se transmite boca a boca o con su propia intuición. A día de
hoy, la única herramienta que mide la excelencia de las universidades en su
totalidad sonrankings internacionales como el de Shanghái –elaborado
por la Universidad Jiao Tong– o el The Times Higher Education –del diario británicoThe
Times–, que publican anualmente el top 500 y 200 de las mejores universidades
mundiales.
Estos rankings usan como principal criterio para
la clasificación el impacto investigador de los campus y los premios Nobel
concedidos a sus profesores y alumnos, méritos que dejan en mala posición a las
universidades españolas. Aunque no a todas; la Universidad de Barcelona (UB)
está entre las 200 mejores del mundo según elRanking de Shanghái 2014.
Organismos europeos como la Asociación Europea de
Universidades(EUA, en sus siglas en inglés), la Asociación Europea para la Garantía de la Calidad de la
Educación Superior (ENQA) o laAgencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación(ANECA)
son reacios a estos rankings porque consideran que la calidad de las
universidades no se puede medir en su totalidad. Consideran que existen tantas
clasificaciones como perfiles de estudiantes y que la mejor universidad es la
que más se a justa a las necesidades y preferencias del futuro alumno. “No
existen indicadores objetivos, depende de lo que vaya buscando el usuario, de
si quiere un centro volcado en la investigación o no, con programas de estancia
en universidades internacionales… El estudiante marca las reglas de su propio ranking”,
señala José Ginés Mora, profesor de la Universidad de Londres y experto en
educación superior. “Estas clasificaciones están pensadas para universidades en
las que la investigación es el eje central como la de Stanford (EE UU) o el MIT
(Instituto de Tecnología de Massachusetts). Estos medidores no sirven en España
ni en Europa”.
El director de relaciones internacionales de ANECA, Rafael
Llavori, también comparte esta opinión. “Lo que más puntúa es el volumen de las
investigaciones, un indicador que no refleja la calidad de la enseñanza u otros
factores que realmente pueden repercutir en el aprendizaje del alumno”. No
todos los expertos coinciden en esta valoración. El rector de la UB, Dídac
Ramírez, considera que la investigación sí tiene efectos directos sobre el
estudiante. “Posiblemente a un alumno de primero le repercutirá poco, pero a
los que cursan los últimos años, un máster o un doctorado les beneficia tener
profesores que estén participando en una investigación puntera”. Para Ramírez,
la investigación va ligada a la internacionalización, y la movilidad de
profesores enriquece a los alumnos.
Para valorar las preferencias del alumnado, la Comisión
Europea lanzó el pasado mayo el proyecto U-Multirank,
un buscador que filtra los criterios del alumno y encuentra en una base de
datos de 850 instituciones de educación superior (46 españolas) de 70 países
las que más se ajustan a sus intereses. El usuario puede marcar la casilla de
universidad especializada o generalista, grande o pequeña, volcada en la
investigación o con sinergias con empresas nacionales o internacionales. El
criterio lo decide el propio estudiante. El hándicap del buscador U-Multirank es
que solo está disponible para cuatro especialidades: Física, Empresariales,
Ingeniería mecánica e Ingeniería eléctrica.
En España la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), presidida
por Ana Patricia Botín, ha adaptado este proyecto al ámbito nacional. El Ranking CYD identifica
entre 39 universidades españolas las que más se ajustan a los requisitos
fijados por el estudiante. La limitación es la misma; solo está disponible para
esas cuatro disciplinas. Desde la fundación aseguran que la próxima edición,
que se lanzará en 2015, incluirá Psicología, Medicina e Informática.
Para todos aquellos que quieren estudiar titulaciones
distintas a esas cuatro, no existe ninguna herramienta para averiguar cuál es
la universidad que mejor satisface sus inquietudes y deseos. La recomendación
es visitar las webs de las diferentes universidades que imparten la titulación
escogida y recabar información sobre aspectos como la trayectoria del
profesorado o las oportunidades internacionales disponibles para los alumnos.
Otra de las sugerencias es consultar los blogs de algunos de los estudiantes
matriculados para conocer su experiencia o incluso acercarse a la cafetería del
campus y charlar directamente con ellos.
“Lo más importante es que el futuro estudiante recuerde que
una buena universidad es la que más encaja con sus preferencias”, señala Andrée
Sursock, miembro de la EUA. “Eso implica que reflexione sobre sus necesidades e
intereses”, añade. En su opinión, elaborar una lista con indicadores para
reconocer una universidad de calidad no es posible, pero sí ofrecer una serie
ejemplos prácticos de aspectos que pueden ser de utilidad para el futuro
universitario.
1. Especialización
Algunos centros universitarios están especializados en áreas
de conocimiento como Administración y dirección de empresas, Ingeniería,
Música, etc. Si el estudiante tiene claros sus intereses académicos, la mejor
opción es identificar los centros especializados y compararlos. Si, por el
contrario, tiene dudas o está interesado en varias disciplinas, los centros no
especializados le permitirán explorar diferentes campos.
2. Profesorado
Otro punto importante es revisar la trayectoria de los
profesores. ¿Cuentan con titulaciones académicas relacionadas con la materia
que imparten? En el caso de titulaciones como Ingeniería, Derecho, Medicina o
Empresariales, ¿son profesionales en activo los profesores que las imparten?
3. El tamaño
¿El futuro alumno prefiere un centro pequeño (de 6.000 a
15.000 alumnos) que le permita interactuar más fácilmente con el profesorado o
una gran universidad (más de 15.000 alumnos) en la que será más autónomo? ¿Más
de 100 alumnos por aula o clases más reducidas? Los que se decanten por
titulaciones científicas, ¿quieren trabajar en pequeños grupos en el
laboratorio? En este punto se puede consultar la ratio de alumnos por facultad,
la media de estudiantes por aula y la ratio de estudiantes por profesor.
4. Métodos
¿Se promueve el aprendizaje activo mediante proyectos o
grupos de trabajo o solo se enfatiza la lectura? ¿Se compagina la enseñanza
cara a cara con las herramientas digitales?
5. Atención al alumno
Es importante comprobar que la universidad se preocupa por
los alumnos y ofrece servicios de orientación académica y asesoramiento para la
búsqueda de prácticas profesionales. ¿Disponen los profesores todas las semanas
de un horario de atención al alumno?
6. Biblioteca
¿Dispondrá el alumno de acceso a la biblioteca digital?
¿Dispone la universidad de un buen stock de libros? ¿Hasta qué hora
permanecerá abierta la biblioteca o las aulas de trabajo y estudio?
7. Intercambio
¿Qué tipo de programas de intercambio internacional ofrece?
¿Encaja el perfil del futuro alumno con los requisitos exigidos? ¿La
universidad le ayudará a encontrar el que más se ajusta a sus estudios? ¿Hay un
buen número de estudiantes extranjeros en el campus?
8. Flexibilidad
Los alumnos que trabajan, tienen familiares a su cargo,
tienen alguna discapacidad física o son deportistas de élite, entre otras
casuísticas, podrían necesitar flexibilidad horaria.
9. Vida extraescolar
Una parte importante de la experiencia del estudiante
transcurre fuera de clase. Puede ser de gran utilidad averiguar si la vida
cultural, deportiva o social de la universidad está activa. ¿Hay comités de
estudiantes? ¿Los alumnos sienten que su feedback contribuye a la
mejora del funcionamiento de la universidad?
10. Residencias
El éxito del futuro alumno también dependerá de que sienta
cómodo en su nuevo contexto. ¿Se gestionará mejor en una universidad ubicada en
una gran metrópolis o en una pequeña ciudad? ¿Prefiere continuar en casa con la
familia o salir fuera? ¿Es viable económicamente? En caso de matricularse en
una universidad lejos de casa, ¿dispone de una residencia asequible o los
gastos van a ser inasumibles?
Escoger la universidad en la que pasar los próximos cuatro
años no es tarea fácil, pero es importante que el futuro estudiante tenga
presente que “una decisión errónea no arruinará su vida”, remarca Andrée
Sursock. En España hay 82 centros universitarios, 50 de titularidad pública y
32 privada. Si el alumno no está satisfecho, siempre puede pedir un traslado de
expediente.
FUENTE: EL PAÍS (Ana Torres), 30 SEPTIEMBRE 2014 / 14 ABRIL 2015