¿POR QUÉ TENEMOS QUE RECORDARLO?


Con motivo del Día Universal de la Infancia, celebrado ayer, 20 de noviembre, Carlos Epalza, presidente de Unicef-Comité País Vasco, escribe un artículo con el título de este post. En él subraya que mil millones de personas del planeta pasan hambre por primera vez en la Historia.

Dice:"De nuevo nos toca reflexionar sobre los derechos de la infancia. Es el momento en el que pensamos ¿más derechos? Pero realmente, ¿qué niños y niñas tienen garantizados sus derechos íntegramente? Sólo unos pocos, podríamos decir, si valoramos en conjunto aquellos reconocidos en la Convención sobre los Derechos del Niño. Fue en 1989, en la Asamblea General de Naciones Unidas, cuando se aprobó por aclamación el reconocimiento de la infancia como sujeto de derecho. Se trata del tratado internacional de derechos humanos más ampliamente ratificado en la Historia.(...)".

Luego sigue: "Pero, ¿esto es verdad? En teoría sí, pero la realidad nos dice algo muy diferente. A pesar de los grandes avances dados, todavía existen muchas lagunas en su puesta en marcha. Estamos celebrando el reconocimiento de los derechos inherentes a la infancia, al tiempo que recordamos que este mundo aún permite que 22.000 niños y niñas menores de cinco años mueran cada día por causas que podemos evitar. La mitad de los 8,1 millones de niños y niñas que en 2009 perdieron la vida antes de cumplir cinco años se registró en cinco países: India, Nigeria, Pakistán, China y la República Democrática del Congo, país donde la tasa de mortalidad de menores de cinco años ha bajado menos de un 1% entre 1990 y 2008. La tasa mundial ha caído un 30% durante ese mismo periodo.

Reducir la mortalidad infantil en dos terceras partes para 2015 es el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), un compromiso global que aboga por el derecho a la supervivencia. Nos encontramos, por lo tanto, en un momento decisivo para pisar el acelerador hacia la equidad y convertir a los menos afortunados en el centro de la acción de desarrollo. La crisis global ha socavado muchos de los caminos hacia los ODM, y también ha tenido consecuencias para la población infantil de países industrializados. Sin embargo, es en el mundo en desarrollo donde millones de familias llevan décadas en crisis permanente, donde la inseguridad alimentaria y la situación económica mundial han arrastrado a millones de personas a la pobreza extrema, y han elevado, por primera vez en la historia, a mil los millones de personas que pasan hambre. En el Estado español la crisis ha ampliado la brecha de la desigualdad: uno de cada cuatro niños y niñas está en situación de pobreza relativa, es decir, que un 24% no está en igualdad de oportunidades con respecto al resto de la población infantil.(...)".

Y acaba: "(...) Por primera vez en la historia existen los recursos, el conocimiento y la experiencia suficientes para poder hacerlo. Así que, ¿por qué sólo nos acordamos de ello hoy?".

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