La Selectividad está
a la vuelta de la esquina, por lo que necesitas hacer las preparaciones
finales para enfrentarte al examen. Las pruebas
de acceso a la universidad (PAU) en buena parte definirán tu futuro
académico y profesional, y son las que aseguran tu ingreso a una institución de
formación superior.
Es precisamente la necesidad de alcanzar esa calificación que te
permita comenzar a estudiar lo que quieres que te hace sentir presionado. Para
alivianar las presiones y ayudarte a prepar tu examen con tranquilidad,
considera los siguientes consejos.
Las ventajas de una correcta planificación son muchas: ahorras tiempo y
energía, creas un hábito de estudio que te servirá de aquí en adelante, fortalece
la concentración y facilita el estudio, racionaliza
el tiempo de estudio con el que dedicas al ocio. Además, te permite
tener un control sobre tu rendimiento y poder modificar tu nivel de esfuerzo de
acuerdo a las necesidades que tienes y evitas tener que realizar todo a último
momento y no ser capaz de recordarlo.
Cómo preparar el examen de Selectividad
Existen 2 tipos de preparación: la remota y la próxima. La primera
es la que comienzas cuando estás a un largo tiempo del examen, el año anterior
a la prueba. Allí elaboras el plan de estudio a largo plazo con los
objetivos que quieres alcanzar durante ese tiempo. Esta modalidad supone que
trabajarás a lo largo del año con calma y luego tendrás un período de respaso
de la asignatura un mes antes (preparación próxima).
La preparación próxima comienza desde el momento que finalizan
las clases de Bachilerato hasta el día anterior al comienzo de las PAU. La
mayor parte del estudio se encuentra en el repaso de todos los contenidos que
has estudiado en el curso para recordarlo todo, sin necesidad de memorizar.
Para ello es muy bueno recurrir a los apuntes, los resúmenes y los esquemas que
hayas realizado en el año, además de poder consultar los manuales de referencia
para evacuar tus dudas.
Cómo organizar el estudio para la Selectividad
1. Organiza tus tiempos
Comienza por planificar bien el tiempo del que dispones antes del
examen. Luego, prioriza las materias que estudiarás primero, que conviene
siempre que sean las que menos te gusten o menos tengas preparadas para
estudiar, y deja las que más fáciles te resulten o más te gusten para los
últimos días.
Arma un calendario con las actividades que piensas hacer durante cada
día hasta la fecha del primer examen: el número de horas de sueño, las horas de
clase, los minutos
para comer, las materias que estudiarás y el tiempo que dedicarás a cada
una, las horas de deporte y de ocio, entre otras.
2. Sé constante en tu estudio
Es mejor que intentes continuar con tu rutina hasta los fines de
semana, de este modo no perderás la práctica. Lamentablemente un examen como
este toma mucho tiempo, por lo que intenta recortar tus tiempos de ocio y
dedicar algunas horas de tu fin de semana al estudio. A la larga verás que es
lo mejor que puedes hacer. Recuerda siempre cumplir con lo que planificas,
de lo contrario no tiene sentido planificar en un principio, solo te engañarás
a ti mismo.
Necesitas conocer tus ritmos cerebrales. A la hora de estudiar, somos
siempre o búhos o alondras. Mientras que los primeros tienen más facilidad y
disposición para estudiar por las noches, las alondras rinden mucho más por las
mañanas. Si eres un búho, conviene que dejes las materias más difíciles
para las noches, en el caso de las alondras las más complicadas deberás
estudiarlas por la mañana.
Eso sí, sea cuál sea el horario que destines al estudio,
asegúrate de tomarte el tiempo en serio. Te recomendamos hacer tu calendario
público, para que tu familia y amigos lo conozcan y no interfieran con tustiempos de
estudio. Cada 90 minutos conviene que descanses y realices algunos
ejercicios.
3. Tips para un repaso eficiente
de los materiales
Desde la Universidad
Miguel Hernández de Elche (UMH) recomiendan una serie de consejos para
sacar el máximo provecho al repaso previo al examen:
- Presta especial atención a esto. Repasar al día siguiente
de haber estudiado es especialmente útil. Si lo haces bien, te asegurarás
una máxima retención de conocimientos.
- Organiza tu plan de repaso según el número de asignaturas y
exámenes, el volumen de estudio por asignatura y tu grado de conocimiento
actual de cada una de ellas.
- Al preparar el examen inevitablemente te tensarás, y esta
ansiedad se origina en el miedo al fracaso. Si no preparaste bien el examen,
puede que esto sea justificado y para superarla necesitarás más tiempo de
estudio. Si lo estás preparando bien, entonces el miedo es un estímulo para
aumentar tu motivación y preocupación por adquirir los conocimientos.
- Repasa todo el material que tienes sobre cada materia, al reunirlos
tendrás una visión general que te permitirá una mayor comprensión. Además, si
estudios diferentes capítulos relacionados por la temática, entenderás todo más
claramente.
- Recuerda toda la información acerca de un tema en un esquema oral o
escrito. Realiza la repetición mental mirando el esquema, consulta tus
apuntes o el libro cuando tengas dudas o lagunas y completa la
información. Finalmente realiza una repetición mental para recordar el tema y
lo que olvidaste.
Autor: Universia
España