Estudiantes durante la prueba de Selectividad del 2011 |
A pesar de ser un trago, la inmensa mayoría de los
estudiantes que se presentan a la Selectividad la supera sin problemas. El año
pasado el 96,36% de los 8.569 estudiantes que realizaron los exámenes en la
convocatoria ordinaria aprobó la Selectividad en Euskadi. Este elevado
porcentaje de aptos, que año a año roza el 100%, eclipsa una realidad que
debiera ser objeto de un análisis por parte las autoridades educativas: la baja
nota media. Además en la Selectividad hay un suspenso generalizado en materias
clave para acceder a los grados con mayor demanda como Medicina, Biotecnología,
Odontología, Enfermería o Audiovisuales en la rama de letras. Según el Informe
de resultados de las Pruebas de Acceso a la Universidad 2011 elaborado por la
UPV/EHU, al que ha tenido acceso DEIA, la nota media en la Selectividad del año
pasado fue de un bien raspado (6,27 puntos) y la nota media ponderada con el
Bachillerato rozó el notable (6,99).
Según el citado informe, la nota media de Física y Química
no superó el 5. Concretamente, Física se apuntó un 4,4, menos incluso que el
4,5 de Química, cuyo examen estuvo marcado por el error de traducción en una de
las opciones de euskera. Menos de la mitad (49,5%) de quienes se presentaron a
Física aprobó, por el 51% que lo hizo en Química. Concretamente, 1.672 de los
3.280 alumnos que realizaron la prueba.
Gracias a la corrección especial del
examen con la errata, se observa un mayor porcentaje de aprobados entre quienes
hicieron la prueba en euskera: un 54% frente a un 46% de la rama de castellano.
Del análisis de los resultados cabe concluir que la titularidad del centro no
es un factor determinante, ya que pública y concertada deambulan por parámetros
similares de aprobados en estas dos asignaturas.
Física y Química no son las únicas materias de modalidad
-las antiguas optativas- cuya nota media no alcanza el aprobado. A esa lista
escrita en números rojos se suman matemáticas aplicadas a la ciencias sociales
(3,73 puntos), historia del arte (4,79), análisis musical II (4,70), diseño
(3,39) y cultura audiovisual (4,65). Cabe recordar que en la fase general de la
Selectividad, los estudiantes se examinan de cuatro materias comunes y de una
optativa de entre las 20 disponibles. De ellas, 7 no alcanzan el aprobado de
promedio. Un peldaño por arriba hay diez asignaturas cuya nota media se sitúa
en el 5 (Literatura universal, Economía de empresa, Geografía, etc.). Solo dos
optativas se mueven en el rango del 6: Dibujo técnico (6,78) y Griego II
(6,35). Ninguna de las optativas llega al notable, nota media que está
reservada exclusivamente a Lengua vasca y Literatura dentro las materias
comunes, donde el alumnado rinde a mayor altura.
Euskera y castellano El caso de Lengua vasca reúne varias
curiosidades. Por un lado, es la materia con la nota media más alta de la
Selectividad (7,91 puntos) y a la vez el porcentaje de aprobados más bajo de
entre las materias comunes: el 65%, que pertenece al alumnado de castellano.
Por contra, el 98,38% del alumnado euskaldun superó la prueba con una nota
media de 8,3 puntos frente al 5,75 obtenido por sus compañeros de castellano.
Cabría esperar un comportamiento similar pero a la inversa en Lengua
castellana, pero no es así. La nota media fue de 6,09 puntos y el examen fue
superado por un 80,2% del alumnado de castellano con una nota de 6,11, frente
al 79,23% que aprobó de la rama de euskera con una puntuación media de 6,07.
También funcionaron muy bien Francés y Alemán, ambos con notable, aunque el
número de alumnos que se presentaron al examen fue sensiblemente menor en
Inglés.
A la vista de estos discretos resultados cuesta reconocerle
a la Selectividad la función de criba que se le atribuye como filtro de los
bachilleres antes de dar el salto a la universidad. El vicerrector de
Ordenación Académica de la UPV/EHU, Francisco Javier Gil, trata de corregir
esta imagen irreal y describe la verdadera naturaleza de la Selectividad. Según
Gil, "la Prueba de Acceso a la Universidad no es un filtro, es una
evaluación externa al sistema educativo". Esto se debe a que "todo
estudiante que haya aprobado 2º de Bachillerato está capacitado para estudiar
en la universidad. Con la PAU uniformizamos las notas de los diferentes
bachilleratos de los diferentes centros", dice Gil. Es decir, que "si
no hubiese una prueba común, los centros podrían poner las notas que quisieran
a sus alumnos y podrían inflar notas para facilitar que sus alumnos accedan a
ciertas carreras", añade.
Desde su punto de vista, la Selectividad "ayuda a
garantizar que toda persona que ha estudiado Bachillerato en España tiene
garantizada la adquisición de unos conocimientos mínimos. Luego, siempre se
comenta que todos aprueban, pero es que si suspendieran sería un fracaso del Bachillerato,
significaría que esas personas no están preparadas". El vicerrector
considera que los bajos resultados que por norma general se obtienen en la esta
prueba se debe "a los nervios, y los logran aquellos que pasan
justitos".