Las elevadas tasas de desempleo juvenil en España,
persistentes desde el inicio de la crisis, han provocado que enfrentarse a la
decisión de qué carrera estudiar sea cada vez más importante. Cada año, las universidades
españolas dan la bienvenida a cerca de un millón y medio de nuevos
estudiantes que, en menos de un lustro, se tienen que enfrentar a un mercado
cada vez más copado y competitivo.
Entre las titulaciones
universitarias más requeridas por el mercado laboral, se sitúan las carreras de
ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas (STEM, por sus siglas en
inglés). La demanda de trabajadores con esta formación aumenta cada año un 14%,
siendo el sector de titulados universitarios en el que más crece la demanda de
acuerdo con un estudio de la consultora de recursos humanos Randstad, publicado
en junio de 2016. Y solo siete de cada 100 españoles están matriculados en
estas carreras con altas salidas laborales.
En el ‘top 10’ de las carreras con mayores tasas de empleo,
donde muchas superan el 90% de ocupación, solo hay tres que no pertenecen al
ámbito de las STEM, según los datos de la ‘Encuesta de
inserción laboral de titulados universitarios 2014’, la más reciente
publicada hasta la fecha por el Instituto Nacional de Estadística. Estas
carreras son: Licenciado en Investigación y Técnicas de Mercado, con una tasa
de empleo del 96%; Grado en Administración y Dirección de Empresas, con
un 95%, y Grado en Fisioterapia, con un 95% de tasa de ocupación.

Matricularse en carreras con más salida laboral no lo es todo
El consultor y formador en materia de recursos humanos 2.0,
Juan Carlos Barceló, considera que el 7% de estudiantes matriculados en
carreras del ámbito STEM que reporta Randstad es una cifra que se
queda corta. El también profesor de MBA asevera que las carreras de Artes y
Humanidades “se están abandonando sin importar la vocación que se tenga".
Pese a la diferencia entre las carreras que tienen la mayor
y la menor tasa de empleo a la hora de encontrar un trabajo, la directora del
departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la
Universidad Complutense de Madrid, Isabel Asensio, opina que la universidad no
debe sucumbir exclusivamente a las demandas del mercado laboral. “No solo se
trata de formar a más personas en las ramas más solicitadas por las empresas,
porque el mercado es muy cambiante. En educación superior también hay que
formar para el autoempleo, el emprendimiento y el empleo público”, comenta.
Asensio apostilla que hay que formar para el trabajo,
entendido este como un “medio para que cada persona pueda subsistir dignamente
y con el que cada individuo pueda llegar a contribuir, en mayor o menor medida,
al bien común”.
Para hacer frente a las dificultades de encontrar un empleo,
Barceló recalca la necesidad de aprender otro idioma: “Un consejo que
le doy a las personas que buscan trabajo es que aprendan inglés.
Aunque al
final no se use en el puesto de trabajo, es algo que se usa como un filtro para
la posición a la que uno se postula”. Un análisis publicado por Randstad
Professionals el pasado mes de agosto, ratifica la recomendación de Barceló
revelando que en el caso de España, además de saber inglés, ha aumentado la demanda de profesionales que trabajan en un
tercer idioma como el alemán, el francés o el chino.
Barceló también apunta a que los que buscan trabajo deben hacer másnetworking. “Hay
muchas ofertas ocultas. Cuando una compañía busca un perfil de empleado, pide a
alguno de sus trabajadores que recomiende a alguien que conozca”.
FUENTE EL PAÍS (GUSTAVO A. FRANCO): 23 NOVIEMBRE 2016