LA RED PARASOCIAL


Este el el título del artículo que Ernesto Hernández Busto, ensayista y editor del blog de asuntos cubanos PenultimosDias.com ha publicado en EL PAÍS.

En él, hace una interesante reflexión, al hilo del estreno de la película La red social sobre el fundador de Facebbok, sobre la debilidad de las relaciones que se establecen en las redes (para)sociales.

Dice: "(...) una de las cosas que las redes sociales están cambiando para siempre es justamente la naturaleza de los vínculos interpersonales.

No hace mucho, Malcolm Gladwell reflexionaba en The New Yorker (...) En su opinión, las nuevas herramientas de comunicación (Twitter, Facebook, MoveOn...) favorecen "lazos débiles" entre las personas. Es decir, aunque facilitan la diseminación de información y proporcionan un mayor alcance, lo hacen de tal forma que su efecto no es el mismo que en el mundo no virtual.

(...) las actuales herramientas de movilización social, a diferencia de aquellas que transformaron nuestras sociedades durante el siglo XX, funcionan a partir de lazos informales; de relaciones que, si bien pueden convertirse en una fuente inagotable de ideas nuevas e información, rara vez conducen a un verdadero riesgo o compromiso humano, en el sentido "fuerte" dela palabra.(...)".

Y luego continúa: "(...) también (se) ha rebajado el vínculo interpersonal a un tipo de interacción "parasocial" que utiliza la Red como canal exclusivo de sociabilidad.

Lo "parasocial" aquí no es solo, como se definió en la sociología norteamericana de los años cincuenta, el tipo de relación que fluye en un solo sentido (entre las celebridades y su audiencia, por ejemplo: donde una de las partes sabe mucho sobre la otra, y a la otra sencillamente no le interesa saber; o con los actuales políticos que quieren estar en las redes a toda costa, aunque ello apenas signifique tener un blog aburrido que escribe su ayudante). El término se extiende a la manera en que alguien se convierte en "personaje" de la Red, a la forma en que se relaciona desde allí con los demás y al engañoso sentido de inmediatez que esos vínculos son capaces de proporcionarnos."

Y acaba el artículo: "El nuevo modelo de relación interpersonal que proponen las redes sociales tiene cada vez menos que ver con los valores de la clase media, pero también con algunos fundamentos de la convivencia tradicional. Nada de esto, por supuesto, es culpa de Internet, pero muchas de las opciones que convierten la Red en el emblema libertario de un nuevo mundo sin limitaciones sociales están basadas en el narcisismo más vulgar: aquel que solo puede juzgar a los otros según un esquema inmaduro de gratificación: "amigos" o "enemigos", desprendimientos paralelos de un hambre insaciable de reconocimiento inmediato.".

Para leer el artículo entero, aquí tienes el enlace.